por Angel Carretero Olmedo.


En la revista Misterios, que desde Huelva dirige Fernando García, hemos hablado varias veces del estudio sobre objetos triangulares que estamos realizando en colaboración con otros investigadores, elaborando seguidamente algunas hipótesis de trabajo El único caso que ha sido objeto de un tratamiento algo más pormenorizado es el encuentro con un gigantesco cono en el año 1.981, donde fueron testigos Eugenio Burgo Gómez y la tripulación de siete pesqueros (1), que a pesar del tiempo transcurrido aun se encuentra en estudio.

Con motivo de nuestra participación en las XIV Jornadas Parasicológicas conmemorativas del XXV aniversario de La Agrupación Parasicológica Puerto Real (2), aprovechamos para exponer nuestras conclusiones provisionales con algo más de detalle, dejando constancia de que muchas de éllas actualmente se están utilizando exclusivamente con fines estadísticos. Como puede ser el dato que apunta en el sentido de que el noventa por ciento de las observaciones ocurren de noche, lo que indica que más del sesenta por ciento de las mismas tiene lugar en el triángulo formado por las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz.

De los sucesos expuestos en nuestra intervención, hay dos, también de hace unos años, que merecieron en su día la atención del Ejército del Aire Español, que los clasificó como confidencial para posteriormente ser desclasificados.

El primero de ellos, de fecha 13-10-1.968, tiene lugar en La Unidad de Observación y Vigilancia situada en una encantadora ciudad del Campo de Gibraltar, nos referimos a La Línea. No interviene en su día ningún investigador civil. Su estudio se efectúa con posterioridad al 25-11-1.992, fecha en la que fue desclasificado...

Ese día, sobre las 22.45 horas, un sargento y dos solados de servicio, vieron cruzar por su vertical, del NW al SE, un objeto compuesto por tres luces brillantes, de color blanco intenso, situadas en los vértices de un supuesto triángulo equilátero. No apreciaron forma alguna, a excepción de la disposición de las luces: Una fija en la parte “delantera” del triángulo, y la correspondiente a los otros dos vértices intercambiando su posición cruzándose entre sí.

Tal como escribe en su informe el Oficial de Inteligencia del MOA, el fenómeno fue observado por tres personas de las que, al menos una, presenta una alta familiarización con las características y comportamiento de aeronaves en vuelo. Sin embargo, el testimonio es “indirecto”, al no constar en el expediente la declaración de cada uno de los testigos. Este hecho, unido al de que se encontrasen juntos durante la observación, así como la escasa duración de la misma, hace que disminuya el grado de fiabilidad de los datos descritos.

Nos hemos permitido reproducir íntegramente el primer párrafo de los tres que consta “las consideraciones” del informe oficial por ser una práctica habitual de investigadores de fenómenos anómalos. Nos referimos a que cuando hay varios testigos, la entrevista es conjunta con todos ellos, en lugar de ser individual para cada implicado. En éste, como en muchos casos desclasificados o no, el instructor debió entrevistar por separado a cada testigo para posteriormente comprobar si existían discrepancias en sus declaraciones, y en caso afirmativo, volver sobre los mismos al objeto de aclararlas.

Una hipotética reconstrucción de hechos debe ser realizada conjuntamente con todos los testigos, y siempre después de la correspondiente entrevista, nunca antes.

Los datos contenidos en el expediente no aportan pistas fiables que nos permitan elaborar una hipótesis de trabajo, No obstante, no debemos aventurarnos a descartar una explicación de tipo astronómico o meteórica. También es digno de destacar aquí el comienzo del tercer párrafo de las consideraciones aludidas anteriormente: “...La exactitud de los datos relativos a altura y velocidad debe considerarse con reservas debido a la subjetividad de la apreciación de ambos parámetros y a la dificultad añadida por la falta de luz y desconocimiento del tamaño real del supuesto objeto...”

El segundo, del año 1.980 y ocurrido en Olivares (Sevilla), es distinto. Hay una investigación iniciada por la Coordinadora de Estudios sobre el Fenómeno Ovni (o Grupo Olivares, como queramos llamarlo), y a su vez un mini expediente desclasificado por el Ejército del Aire, donde se habla de una observación en el norte de África.

Con posterioridad al suceso, a lo largo de 1.981, Manuel Osuna y José Ruesga Montiel publican amplios reportajes en la misma revista que tratan éste y otros casos (3). De los dos que se exponen aquí, éste es sin ninguna duda el más estudiado, permitiéndonos elaborar una hipótesis con más fiabilidad. Mereció en su momento la atención de la prensa nacional.

El fenómeno tiene lugar la noche del 8 de diciembre, sobre las 20,50 horas, existiendo unos 60 testigos, entre los que destacan Esteban Cotan Reyes y Cipriano Olea Delga. Observan unas 20 luces redondas, de 10 á 15 centímetros de diámetro, en formación irregular, pero dentro de lo que parecía ser un huso (que no se veía). Al frente, en solitario iba una luz de forma triangular y mayor que las demás. Las luces cubrían toda la plaza del pueblo. Iban separadas unos 3 metros entre sí y a cada luz le seguía una fina cinta recta y luminosa de color rosa. Su marcha era muy lenta y se estima que su altura seria de 500 á 1.000 metros. El color predominante era el rojo en todos los objetos.

Los anexos del mini expediente están formados por un dibujo y una comunicación fechada al día siguiente, que el Teniente General Jefe de la 2ª Región Aérea dirige al General Jefe del Estado Mayor del Aire, donde se dice que telefónicamente el Capitán de Corbeta Jefe de Servicio de la Capitanía General Marítima de Cádiz, comunica lo siguiente:

Mensaje recibido de Costera Tarifa Radio
“A las 20.45 horas local el buque español CONQUISTADOR, comunica haber visto en el cielo un objeto desintegrarse, posición aproximada 35º 27’ Norte y 07º 50’ Oeste, rumbo verdadero 046º. Fue visto al sobrepasar el buque por el Capitán y Radiotelegrafista de servicio, desintegrándose a unos 20º de altura.

Y continua haciendo constar que hay otra comunicación, esta de la Costera de Chipiona, que dice:

“El pesquero “Besugo” observa el fenómeno a las 20.45 horas local, situación 33º 52’ Norte y 08º 55’ Oeste dándole la impresión de ser un avión de pasajeros que llevaba incendiada la turbina izquierda. Desapareciendo dirección norte hacia la mar.

Al igual que en el caso anterior, del estudio de la documentación desclasificada no podemos obtener conclusión alguna.

En este caso estamos ante un fenómeno que se origina sobre el mar, en el norte de África y finaliza sobre Badajoz, siendo lo más espectacular lo que se vio en el pueblo sevillano de Olivares.

Después del correspondiente estudio, no hay dudas de ningún tipo: estamos ante un fenómeno meteórico procedente de Las Leónidas.

Nuestro estudio avanza poco a poco, y actualmente estamos recopilando información de los casos catalogados como rumor, al objeto de ir completando y determinar si esos rumores entran de lleno en el estudio.

En un futuro próximo volveremos sobre el tema para exponer con algo más de detenimiento nuestras conclusiones provisionales, lo que nos dará pie para hablar de algún que otro suceso que estimemos pueda interesar al lector.

(1)UNA VEZ MAS, A VUELTAS CON EL GOLFO DE CADIZ, Misterios número 28, Julio 2.003
(2)XIV Jornadas Parasicológicas conmemorativas del XXV Aniversario de la Agrupación Parasicológica Puerto Real, Puerto Real (Cádiz), 12 y 13 de diciembre de 2.003
(3)Información de primera mano Grupo Olivares (año 1.980), Formaciones de Ovnis, vistas en Valverde del Camino y Gerena, Correo de Andalucía 14-12-1980, Periódico Hoy, Badajoz 04-01-81, El Problema número uno de la Ciencia Moderna “Las bolas del 8 de Diciembre”, Mundo Desconocido, Manuel Osuna, enero 1.981, Diciembre Andaluz, Mundo Desconocido, José Ruesga Montiel, mayo 1.981 y Red Nacional de Corresponsales, información de primera mano, año 1.980 y 1.981, expediente desclasificado por el MOA.-