LA LUNA: un satélite políticamente incorrecto
Por Angel Rodriguez Alvarez
El Proyecto LCROSS ha vuelto a desatar la polémica sobre las misiones llevadas a cabo por la NASA en su Conquista Espacial, por la forma en que ésta se desarrolla y que muchas personas no la ven “nada clara”.
Esta que sigue es una noticia muy interesante, que refleja un cierto enfrentamiento “subterráneo” entre distintas agencias espaciales y las opiniones contrarias a cierta política de ocultación que podría estar llevándose a cabo en cuanto se relaciona a la Luna, y según muchos investigadores también en todo cuanto se relaciona al planeta Marte. La noticia proviene de “India Daily”, y es bastante significativa:
Equipo de Tecnología de la India Daily 26 de septiembre 2009.
La NASA ha admitido la presencia de agua en la superficie de la Luna. Esto también muestra la abundancia de agua en el universo.
Curiosamente, todos en la NASA han comenzada a hablar repentinamente sobre el agua de la luna después de que la India revelara que encontró agua tras el impacto de la sonda Probe (MIP). El impacto en la Luna de la sonda India Probe (MIP), fue el primer instrumento para detectar esa agua en la Luna, (en noviembre del año pasado). Cuando la nave espacial Chandrayaan-1 entró en órbita lunar, el jefe de la Agencia Espacial India “Research Organisation (ISRO)”, G. Madhavan Nair, dijo a los reporteros en Bangalore: ‘’Estoy feliz de compartir por primera vez con todos ustedes que el 14 de noviembre de 2008 se recogieron fuertes señales de partículas de agua en la superficie lunar”.
Fuentes de Bangalore ahora dicen que la India tiene planes para obligar a la NASA a aceptar la presencia extraterrestre en la Luna. La NASA ha negado dicha presencia. Incluso se niega la presencia de cualquier objeto extraterrestre o entidades.
Durante sus 20 minutos de descenso de la nave espacial Chandrayaan madre, hasta su impacto cerca del polo, encontraron las partículas de agua que van desde el ecuador lunar.
La Organización de Investigación Espacial de la India está bajo presión de las “profundidades” del Gobierno de la India de no hacer ni decir nada que ponga a los americanos y a la NASA en evidencia. Pero interiormente en ISRO, científicos e ingenieros están decididos a exponer el fenómeno OVNI al mundo. La alta dirección de la ISRO está dispuesta a satisfacer las demandas políticas del Primer Ministro, Manmohan Singh, que es ampliamente considerado como un “buen amigo” de América.
“Ahora tenemos varias formas de confirmar la presencia de agua en la Luna. Esto está siendo reconocido en todo el mundo como un verdadero descubrimiento. Se trata de un evento pionero en lo que se refiere a la ISRO,’’ dijo un Nair eufórico
Valga esta noticia para comentar sobre lo que viene sucediendo desde hace años, prácticamente desde el inicio de la exploración espacial, y que ha dado lugar a innumerables especulaciones sobre qué podría estar sucediendo en nuestro Sistema Solar, particularmente en todo cuanto se relaciona con la Luna y con Marte, donde todos los supuestos, todas las hipótesis, se disparan hasta límites de lo más irracional en algunas ocasiones.
¿Están mintiendo nuestros gobiernos en general, aunque centremos nuestra atención en las principales potencias que dirigen los destinos de este sufrido planeta Tierra?.
¿Hay alguien en la Luna y en Marte que no desea nuestra presencia y que está dispuesto a lo que sea para impedirla?.
Hay una fuerte controversia en este tema, como en muchos otros en los que se sospecha que detrás existe algo relacionado con la supuesta presencia de seres extraterrestres en nuestro mundo. Se habla de bases en la superficie de la Luna, y de seres que pusieron aparentemente en peligro la misión Apollo, a través de la cual el ser humano terrestre puso por primera vez en la Historia su pie en un astro diferente a nuestro planeta, dando con ese gesto un gran salto para la Humaniad, aunque hubiera sido físicamente un pequeño paso para un hombre.
Se insiste, sobre todo, en una base lunar en la cara oculta de la Luna, aunque no se descarta todo un mundo subterráneo en el satélite, al igual que el mundo intraterrestre del que se dice que ocuparía el interior de nuestro planeta Tierra.
Para mucha gente, todo esto no es más que una historia propia de lo que conocemos como “ciencia-ficción”, y rechazan de plano cualquier presencia ajena a la nuestra, en nuestra querida Selene.
Pero hay más. Hay una hipótesis diferente, según la cual quienes estarían ocupando el satélite serían los nazis, que habrían llevado a cabo, en los tiempos de la Segunda Guerra Mundial, la colonización lunar. Arguyen para éso algo que no está carente de lógica: los americanos y rusos llegaron a la Luna gracias a que los científicos nazis les ayudaron a conseguirlo. Si pudieron hacerlo con los americanos, ¿qué les impediría haber llegado solos?.
Pero dejemos para más adelante el tema de los nazis sobre la Luna y sobre el planeta Marte, y centrémonos de momento sobre esto del bombardeo de nuestro satélite y por qué se lleva a cabo tal bombardeo.
Ha dado lugar a todo tipo de especulaciones, algunas más acertadas que otras, posiblemente, pero ateniéndonos a las versiones oficiales, parece que para poder realizar estudios sobre la naturaleza de la Luna, (de su composición, por ejemplo), se ha golpeado repetidas veces su superficie utilizando para ese fin naves ya desechadas, o se ha lanzado algún tipo de “penetrador” para introducirlo en su interior.
Sin embargo nunca falta algún loco en cualquier cosa, y en esto también los hubo, proponiendo estos locos bombardear nuestro satélite utilizando armas nucleares.
La Espectroscopia es el método utilizado para analizar con mayor o menor éxito la capa más externa y determinar la composición de esa capa a partir de la observación de la luz que emite.
Pero no basta para poder saber qué hay más abajo, bajo la superficie.
Al principio se temía, ( si esto no forma parte de una mentira más, claro), que esta superficie no pudiera aguantar el peso de las naves y de los tripulantes, pensando que podrían hundirse en el polvo lunar.
La nave Surveyor-1 recordemos que tenía precisamente la misión de comprobar este
extremo, es decir, que la superficie fuese o no tan compacta como la de la Tierra.
En los años 50 se preparó una auténtica aberración que llevaba por nombre “Proyecto A119”, y que tuvo su gemelo en el proyecto soviético llamado “E4”. Consistían estos proyectos en bombardear la Luna con misiles armados con cabezas nucleares, que ya hay que ser brutos, pero es que lo somos, ¡qué le vamos a hacer!.
Preveían estas “eminencias” de la Ciencia que con esa explosión podrían proyectarse al espacio fragmentos que alcanzarían la Tierra, y que podrían ser analizados de esa manera. Increíble, pero cierto.
También se pensaba en hacerlo de forma que sólo con la nube atómica pudiese ser suficiente y ésta fuese analizada sin necesidad de escombros lanzados al espacio.
Claro que la posibilidad de que con tal barbaridad se pudiese acarrear publicidad negativa y también la sospecha más que fundada de que se produjese una contaminación de naturaleza irreversible, hizo que se abandonasen esas intenciones y que se quedasen tan sólo en eso, en intenciones.
Hubo una oposición fuerte a tales proyectos y eso hizo cambiar la cosa radicalmente.
Por fin, y para tranquilidad de todos se prohibieron las explosiones nucleares en el espacio, aunque dudo mucho que las grandes potencias respeten nada que pudiera afectar negativamente a sus intereses en un momento dado.
Se pasó a la siguiente fase, consistente en lanzar contra la Luna las etapas de ascenso, (proyecto Apolo) con los tanques ya vacíos, evidentemente y varias etapas del cohete Saturno-5.
Los impactos así efectuados son analizados por los sismógrafos instalados en la superficie para analizar las ondas sísmicas.
Acabaron estrelladas sobre nuestro satélite la “Lunar Prospector” de la NASA y la “SMART-1” de la ESA, cuando finalizaron sus misiones.
Con tanto lanzamiento estamos llenando el satélite de chatarra, la verdad sea dicha.
Ahora ha sido la LCROSS la que ha lanzado un proyectil de 2.000 kgs. en este año de 2009. Ha provocado muchas y muy diferentes reacciones y opiniones, entre las que destacan las de quienes suponen que en esta misión “hay gato encerrado”, y que se pretendía atacar a alguien.
Pero ¿a quién se puede pretender atacar en la Luna?. ¿Es que hay alguien allí?.
En el futuro se preparan para lanzar contra la luna “penetradores” que se pretenden estrellar a una velocidad de 1.000 kms. por hora, y una vez enterrados o incrustados, que sigan funcionando y enviando datos analizables.
Son muchos los rumores, todos ellos sin confirmarse oficialmente, sobre la presencia de extraterrestres en la Luna y orbitando la Tierra, o penetrando en ella y aterrizando. Todos conocemos la historia del fenómeno OVNI, por lo que sería repetirse sobre lo mismo.
Pero centrándonos en el tema que nos ocupa, la Luna y la Conquista del Espacio en general, se habla de construcciones extrañas, no achacables a formaciones naturales, y construidas por seres desconocidos.
Relacionados con nuestras naves espaciales existen varios incidentes, siendo el más grave de ellos, tal vez, el que les ocurrió a los cosmonautras rusos tripulantes de la nave Voshkod 2 y cuyos nombres son Pavel Beliagev y Alexei Leonov.
Estos cosmonautas soviéticos se hallaban orbitando la Tierra, y todo iba perfectamente hasta que al iniciar la órbita número dieciocho, advirtieron la presencia muy cerca de su nave, de un misterioso y nunca identificado satélite.
Inmediatamente después de su avistamiento, la nave Voshkod 2 se precipitó, perdiendo su órbita, hacia la atmósfera de nuestro planeta, estrellándose sobre la nieve a una distancia de 1.400 kms. del lugar señalizado para su descenso cuando finalizase su misión.
Ni la colisión ni el frío hicieron perder la vida a los dos cosmonautas, que se salvaron milagrosamente de tan terrorífica aventura.
En una rueda de prensa, ambos tripulantes hablaron sobre ese misterioso satélite no identificado que podría ser, tal vez, el causante de su accidentado regreso a la Tierra. Nunca se sabrá la verdad.
En diferentes misiones los astronautas de una y otra potencia espacial estuvieron escoltados por otras naves cuyo origen nunca fue aclarado.
Se trató de identificarlos como etapas de los cohetes lanzadores, como basura espacial, etc. pero la cosa no quedó suficientemente clara y las dudas siguen presentes en la actualidad sobre lo que pudo haber ocurrido realmente.
Los astronautas que “hablaron demasiado” aceptando esa presencia alienígena, y por tanto enfrentándose a la política de secretismo que lleva a cabo la NASA en torno a ese tema, acabaron siendo dados de baja en el servicio a esas administraciones, como ocurrió, por poner un ejemplo, con el astronauta estadounidense Gordon Cooper.
Pero la cosa es más controvertida cuando se habla de la supeficie de nuestro satélite.
Sobre la Luna se han visto “movimientos raros”, como luces que iban de un lado a otro, vistas desde la Tierra por diferentes astrónomos desde hace muchos años. A esas luces se les ha atribuido un origen más o menos racional.
El descubrimiento más sorprendente fue realizado por un periodista científico de “The New Herald Tribune”, John O´Neil, que vio una construcción con todas las características de un puente artificial, puente que también confirmó haber visto H.P. Wilkins, autor del mapa considerado como el más perfecto que se ha realizado sobre la Luna.
Se ha hablado de hangares, torres, cúpulas tapando el hueco de los cráteres de los meteoritos y edificios de lo más variado, sobre fotos de la NASA, pero esas fotos bien pudieron ser trucadas. O no, claro.
Se han encontrado rastros de metales procesados, que sólo pueden conseguirse mediante las aleaciones de unos metales con otros. Uranio 236 y Neptunio 237, que no se encuentran en la Naturaleza se han hallado allí.
La distancia a la que se halla situada la Luna de la Tierra, la órbita que es un círculo perfecto y estacionario, que es la causa de que siempre la Luna presente la misma cara hacia la Tierra, (único satélite con esas características), el hecho de que orbite en una órbita extrañamente cercana a la órbita de la Tierra alrededor del Sol, y el que parezca “hueca” ha hecho pensar a algunos científicos que “alguien” ha colocado a la Luna en el lugar en el que está.
En el año 1970, en el mes de julio, dos científicos rusos se atrevieron a proponer una extraña y sorprendente teoría para explicar todas estas “anormalidades”.
Estos científicos, llamados Michael Vasin y Alexander Shcherbakov publicaron un artículo en la revista Sputnik con este titular: “¿Es la Luna una creación de una Inteligencia alienígena?”.
Decían en el citado artículo lo siguiente: “Abandonando los caminos tradicionales del ‘sentido común’, nos hemos adentrado en lo que aparentemente puede parecer una fantasía irresponsable y sin sentido. Pero cuanto más minuciosamente estudiamos toda la información recopilada sobre la Luna, más nos convencemos de que nuestra hipótesis se ve apoyada por los datos que encontramos”.
Decían que la Luna podría ser, efectivamente, una creación artificial, puesta allí por seres desconocidos con desconocidas intenciones. Sorprendente, ¿verdad?.
¿Es pues la Luna una especie de Base o Gigantesca Nave Espacial?.
Esto me recuerda una estupenda novela de ciencia ficción que leí hace ya algunos años, una de las más premiadas del género, cuyo título es “Cita con Rama”, de Arthur C. Clarke, (1972), sobre un objeto gigantesco que se acerca a la Tierra, todo un mundo artificial, aunque el mundo artificial que este genial escritor presenta es cilíndrico y no esférico, pero la forma da igual.
En la citada novela, dentro del gigantesco mundo cilíndrico de metal, existe un mar congelado, que se descongela a medida que el cilindro se acerca al Sol, y todo en su interior se va poniendo en marcha, despertando de su letargo espacial, tal vez de años y años. Hay una serie de instalaciones con algunas formas geoétricas formando algo que parecen ciudades.
Al igual que en “Cita con Rama”, de la Luna se dice que es hueca en su interior, con agua congelada y tal vez con ciudades. Ciudades de supuestos extraterrestres para unos, y de supervivientes y herederos del III REICH para otros.
Estas creencias son las que hacen suponer que los proyectiles que se lanzan periódicamente sobre la Luna irían dirigidos contra ese alguien, sea éste quien sea. El disparo de LCROSS estaría, según dicen, en esa línea.
¿Estamos mezclando la fantasía con la realidad?. Seguramente sí, pero como ya dije en anteriores ocasiones, cosechar la cizaña que está mezclada con el trigo puede ser útil para separar una del otro más adelante.
En 1966 Carl Sagan dijo que un satélite natural jamás podría estar hueco. Sin embargo algunos científicos, y ciertos análisis parecen confirmar que la Luna sí lo está.
Entonces, si un satélite natural no puede estar hueco, y todo parece indicar que la Luna sí lo está, ¿significa ésto que la Luna es un satélite artificial?.
En 1962 el científico de la NASA Gordon MacDonald dijo que estudiando los datos que se poseían sobre la densidad de la Luna, ésta densidad iba disminuyendo a medida que se aumentaba la profundidad, lo que llevaría a suponer que el interior del satélite está hueco.
Otro científico, el Dr. Harold Urey, que en su día fue galardonado con el premio Nóbel de Química, indicó seriamente la posibilidad de que podrían haber grandes cavidades en nuestro satélite.
Para añadir más elementos de juicio a estas suposiciones el científico perteneciente al MIT (Instituto Tecnologico de Massachussets), y que es Director de la Institución Carnegie del Departamento de Magnetismo Terrestres, (DTM) de Washington , el Dr.
Sean C. Solomon, y Principal Investigador de la Misión Messenger, sonda lanzada a Mercurio en 2004 y que comenzará a orbitar ese planeta en 2011, también hizo públicas sus sospechas de que la Luna debía estar hueca, lo cual ha levantado la piel de los grupos escépticos de todo el mundo. Y no son los únicos, aunque no insistiremos sobre lo mismo para no cansar.
El 2 de noviembre de 1969, el módulo lunar del Apolo XII caía, ya abandonado, sobre la Luna, provocando un terremoto artificial que se buscaba a drede para proceder a realizar análisis de la composición lunar. Al producirse ese terremoto, la Luna reverberó tal y como lo haría la campana de una iglesia al ser golpeada. Y lo hizo durante 1 hora.
Con el Apolo XIII la colisión provocada fue parecida a la que hubieran provocado 11 toneladas de TNT. Las reverberaciones en esta ocasión duraron más de tres horas y alcanzaron una profundidad, según cálculos de la NASA, de 22 a 25 millas.
En el año 1972, un meteorito cayó sobre el satélite, provocando una reacción similar a la que provocarían 100 toneladas de TNT. En este caso las vibraciones cruzaron la Luna hasta su centro, pero no regresaron a la superficie, lo que indica según los analistas que el núcleo está hueco.
En caso de que fuese efectivamente un satélite artificial, aparecerían miles de preguntas, la mayoría de las cuales se quedarían sin respuesta, y la primera de ellas sería: “¿quién puso eso ahi?”. Aunque tal vez la más inquietante podría ser: “¿Para qué?”.
En lo que se refiere a las construcciones lunares de origen desconocido, las que se presentan con frecuencia suelen ser una llamada la torre, otra el puente, o el “barco”, llamado así por su forma parecida a un buque, también un muro, algo parecido a pistas o carreteras, edificios aislados, cúpulas transparentes tapando cráteres y lo que aparentan ser una especie de hangares.
Y rumores, muchos rumores, alguno de los cuales afirma que los Estados Unidos estaría procediendo a la demolición de estas antiguas ruinas.
Insisto en que las fotografías y vídeos en los que aparecen estas extrañas construcciones pueden haber sido trucados. No tenemos garantías de nada. Ninguno de los bandos en liza, (los que afirman y los que niegan), son fiables. Habrá que seguir esperando acontecimientos futuros en que algo o alguien desvele estos misterios definitivamente, pero la cosa se presenta difícil, pues ningún particular posee la posibilidad de poder ir a investigar “in situ”.
Ahora las diferentes agencias mundiales del espacio se lanzan a una competición por lograr establecer bases o colonias permanentes en la superficie lunar, y ya veremos hasta cuándo dura la colaboración pacífica entre esas agencias antes de que entren en juego poderosos intereses económicos o militares y acaben todos tirándose de los pelos.
Aplíquese cuanto se dice sobre la Luna al planeta Marte, planeta que también guarda multitud de secretos. Es la misma historia pero aplicada al Planeta Rojo, incluyendo a los extraterrestres y a los nazis.
Y yo me pregunto: ¿Qué habrá en la otra cara de la Luna, esa cara que se nos oculta permanentemente?. Se habla de bases allí, pero bases ¿de quién?.
Veamos lo que nos dicen los astronautas de las diferentes misiones al respecto y qué conclusiones podemos sacar de todo ésto. Porque la Luna vuelve a estar de moda.
“Creo que vehículos extraterrestres y sus tripulaciones nos están visitando desde otros planetas, y que están técnicamente un poco más avanzados que nosotros. Considero que necesitamos un programa de alto nivel para recoger y analizar la información referente a cualquier tipo de encuentro y para determinar la mejor manera de relacionarnos amistosamente con estos visitantes”.
Esta sorprendente declaración fue realizada en la sede de la ONU, frente a un grupo de asesores, en el año de 1985 por uno de los primeros astronautas de la NASA que orbitaron la Luna, Gordon Cooper, quien también ha asegurado haber tenido varios contactos con los tripulantes de los OVNIS.
No fue el único que ha hecho pública su opinión sobre esta fenomenología, en contra de las directrices de la NASA. Para desgracia y desesperación de la Agencia Espacial, otros muchos han hecho lo mismo, y han dado a entender a la opinión pública que se les está dando una información falsa sobre la Conquista Espacial y sobre la presencia de seres de otros mundos.
El más rebelde hasta ahora está resultando ser Edgar Mitchell, que fue, junto con Alan Shepard, tripulante del Apolo 14.
Mitchell ha sido el astronauta que más tiempo ha permanecido sobre la superficie lunar con 9 horas y 17 minutos, que ahora está saliendo en muchos medios de comunicación aireando a los cuatro puntos cardinales todo cuanto la NASA trata de ocultar, exasperando a los miembros de la Agencia.
Este hombre, con 77 años ha dado muchas conferencias en las que dice que se está ocultando la verdad, que los extraterrestres existen, y que él mismo se ha visto envuelto en el problema.
Las características físicas de estos alienígenas, según Mitchell, serían “seres de baja estatura, de ojos grandes, que nos miraban de forma extraña”.
Ante esta postura, los responsables de la NASA han declarado: “El Dr. Mitchell es un gran americano, pero no compartimos sus opiniones sobre esta cuestión”.
Sin embargo otros astronautas han salido en defensa de Mitchell y no dudan de sus afirmaciones.
También Buzz Aldrin, el segundo astronauta que ha pisado el suelo lunar, el 15 de octubre de 2005 declaró a la emisora estadounidense de TV, Science Channel, que un OVNI acompañó al Apolo XI, y presentó un vídeo del suceso.
En esa filmación aparece un objeto muy raro. Michael Collins tomó un telescopio y pudo verlo también y aunque en un principio se pensó en la posibilidad de que el citado objeto fuese la etapa del propulsor de la propia nave, que se había separado dos días antes, al final fue desechada tal idea tanto por la NASA como por los tripulantes del Apolo.
Otro astronauta díscolo es Store Musgrave, que fue tripulante del transbordador espacial en la misión STS-80 durante 17 días, 15 horas y 54 minutos, quien con cuatro compañeros más fue testigo de la aparición de un objeto de gran tamaño, de forma discoidal que se colocó debajo del Columbia. Tenía entre 15 a 45 metros de diámetro y rotaba en sentido de las agujas del reloj.
Musgrave se retiró de la NASA después de ese vuelo. En una presentación astronómica mostró una diapositiva con la imagen de un extraterrestre de los llamados grises al tiempo que decía: “Estos tipos son reales...se lo garantizo”.
Sin embargo, yo que soy muy desconfiado pienso en la posibilidad de que esto no sea más que una comedia destinada a crear desinformación, actuando estos astronautas, y en otros ámbitos personal civil y militar de la Administración del Estado, siguiendo unas directrices para desviar a la opinión pública de la verdadera naturaleza del fenómeno OVNI, que sería, a nuestro juicio una manifestación de prototipos militares de avanzada tecnología cuyo desarrollo se desea mantener en secreto. Ahora bien, ¿y en la Luna?.
¿Quiénes están, si es que hay alguien, por ahí arriba?.
Finalizando la Segunda Guerra Mundial, y cuando ya estaba claro que el III REICH iba a perder la guerra, ocultos bajo tierra, en una instalaciones asombrosas para la época, muchos científicos trabajaban a un ritmo frenético, como si no fuesen a perder esa guerra. Visto desde una visión convencional, tal comportamiento no es ni siquiera medianamente explicable.
Cuando finalizó la contienda, los aliados descubrieron aviones a reacción, misiles, y toda una serie de descubrimientos verdaderamente sorprendentes y muy avanzados, tanto que aún hoy, en el siglo XXI, hay miles de documentos y proyectos que esperan su momento para ser analizados y desarrollados.
Entre todos estos avances, existía un campo prometedor en su día para los alemanes, y posteriormente para los aliados cuando requisaron todo el material y la documentación, (así como el personal científico e incluso alguno militar), que cayó en su poder.
Desde 1931, posiblemente desde mucho antes, se venía preparando todo un conglomerado científico y técnico en torno a lo que hoy englobamos bajo el nombre genérico de Astronáutica.
Se equivocan quienes piensen que la conquista espacial es obra de rusos, americanos y en menor medida de otros países.
Los países citados lograron alcanzar grandes alturas porque iban encumbrados sobre los hombros de gigantes: los científicos nazis. De nos ser por ellos, tal vez aún hoy estarían dando los primeros pasos en ese campo, y podríamos decir que también en muchos otros campos de la técnica y de la ciencia, en la que andaríamos todavía cien años más atrasados que ahora.
Hagamos, (pues hay mucho inepto incapaz de discernir una cosa de otra) una separación clara y precisa sobre lo que es admirar y sorprenderse de la altura técnica y científica alcanzada por el III REICH y lo que conocemos como ideología nazi, sobre la cual no deseamos entrar y con la que no nos identificamos en absoluto. Ya va siendo hora de no tener que hacer tales aclaraciones, pero insisto en que existe mucho inepto incapaz de entender esa diferenciación.
A finales de 1931, como decíamos, ya existía algo parecido, siquiera más en el papel que sobre la realidad, (aparentemente), algo como una agencia espacial, llamada “SOCIEDAD PARA VUELOS ESPACIALES DE BERLIN”. Bajo su amparo se hicieron grandes estudios y se conformó y consolidó uno de los objetivos que era ir más allá de esta realidad nuestra. ¿Solos o de la mano de alguien?.
En esos tiempos borrascosos, alguien que sería decisivo en la Conquista Espacial Americana, un nazi muy destacado en el campo científico, concretamente en el campo de la cohetería, llamado Werner von Braun hizo estas siginificativas declaraciones:
“El día de hoy será decisivo en la historia de la técnica. Con nuestro cohete hemos alcanzado el espacio libre y, por primera vez, lo hemos utilizado como puente entre dos lugares de la Tierra. Este 3 de octubre de 1942 es el primer día de una nueva era en la técnica de los viajes: la era de los viajes espaciales”.
Cabe esperar y no nos equivocaríamos, seguramente, que la cosa no se quedó parada en 1942, sino que se fue desarrollando toda esa técnica en los años sucesivos.
Si a eso añadimos el desarrollo, de momento no aceptado de manera oficial, de unas aeronaves de forma discoidal, lo que entendemos como “discos” volantes, que el III REICH utilizó, según se afirma con éxito, podemos suponer que pudieron conseguir lo que después se repitió por parte de los aliados: llegar a la Luna, (¿Marte también?), y tal vez más allá.
La leyenda, la rumorología está en marcha. Lo que se dice sobre los supuestos extraterrestres se dice de igual forma de los nazis. Unos creen que son los aliens y otros creen que son los supervivientes del III REICH quienes podrían haber “esperado” la llegada de los americanos y soviéticos a la Luna.
Los nazis podrían haber levantado bases en nuestro satélite, o utilizar las instalaciones de alguien que pudo haber estado allí mucho tiempo antes, adaptándolas a sus necesidades.
Novelas y guiones cinematográficos, así como muchos documentales nos presentan este tema con alguna frecuencia. Pero en cualquier caso, nada se ha demostrado en ningún sentido. Nada hay que apoye o destruya esta hipótesis.
Si acudimos a consideraciones de tipo “racional” nos sentimos tentados a negar todo cuanto venimos comentando, pero en estos temas la racionalidad se mueve en terrenos muy inestables, y nunca sabemos dónde está la verdad con absoluta seguridad.
Lo que sí es revelador es la fuerte oposición que presentan las autoridades estatales estadounidenses en cuanto a plantear la duda de que el nacionalsocialismo no haya desaparecido totalmente, y se divulgue la posibilidad de que hayan desarrollado tales aeronaves y levantado esas bases lunares y/o marcianas.
Se tiene verdadero terror a que la opinión pública llegue a convencerse de que los OVNIS, (en su acepción de naves) pudieran ser autoría de los nazis y se organice un pánico general.
Un ejemplo claro lo tenemos en el caso que consta en los anales ufológicos, sobre lo sucedido a aquel comerciante de cereales californiano que aseguró haber visto un platillo volante posado en tierra y a sus dos tripulantes expresarse en alemán.
Este hombre fue apartado de la vida pública e internado en una prisión, por haberse atrevido a airear ese hecho.
Y se dice, por los más malintencionados, que los rusos y americanos fueron expulsados de la Luna por estos nazis, que además les prohibieron aparecer por allí en el futuro.
Ahora nuevamente pretendemos ir a la Luna, y esta vez para quedarnos de manera permanente. Uno de los primeros pasos ha sido la búsqueda de agua. Ya no hay duda: hay agua en la Luna. Como también hay agua en Marte, la de Marte con un 99% de pureza, (1% de polvo y 99% de hielo)).
Con los disparos de la LCROSS se pretendió levantar una masa lo suficientemente grande como para poder ser analizada, buscando esa agua, elemento fundamental para la futura colonización de la Luna que se pretende.
Lo primero que impactó fue la etapa superior del cohete Centaur. La LCROSS después de lanzar el proyectil fotografió la nube de escombros y posteriormente penetró a través de ella, para proceder a su análisis.
El lugar elegido tiene la mayor concentración de hidrógeno, en la zona sur de la Luna.
Después del primer impacto, la nave nodriza de la LCROSS se estrelló, a su vez contra el cráter Cabeus, aunque en principio se había previsto que el objetivo fuese el Cabeus A. El cambio se produjo al obtenerse nuevos datos obtenidos de las sondas Lunar Recconnaissance Orbiter, (LRO), Lunar Prospector, (LP), Chandrayaan-1 y Kaguya.
Aunque se notificó a los cuatro vientos que el impacto iba a ser visible desde la Tierra por quienes dispusiesen de algún telescopio desde 25 cms. de diámetro, la realidad fue muy diferente y aunque se elevó una columna de polvo de 60 metros de altura, poco vieron algunos y nada vieron la mayoría, del espectáculo que se había prometido.
Pero el mayor problema para levantar bases y/o colonias en la superficie de la Luna no es el agua, sino la radiación cósmica, procedente del Sol o de profundas fuentes cósmicas, como las supernovas. La atmósfera y la magnetosfera de la Tierra nos protegen de esa radiación cósmica, que para los seres humanos es letal.
Esta radiación sin embargo, no puede ser evitada con facilidad sobre la superficie de nuestro satélite, y ese es el principal escollo para la futura colonización. La penetración de partículas de alta energía en las células de los seres vivientes provoca serios daños en sus cromosomas y es una puerta abierta al cáncer.
Se está trabajando con una especie de escudos de esferas cargadas eléctricamente, colocadas esas esferas en lo alto de una especie de mástiles de unos cuarenta metros de alto, (escudos electrostáticos).
Se experimenta con diversos “bloqueadores de radiación” como plásticos avanzados, alumino e hidrógeno líquido. Hay que estudiar los pros y los contras de estos materiales y de la técnica empleada para la utilización de estos bloqueadores, tanto para las bases como para las naves en su camino hacia la Luna o hacia Marte. Se confía en tener éxito con algunas de las propuestas. También se prevee utilizar un “campo de fuerza”. ¿No recuerda esto las películas y libros de ciencia-ficción de nuestra juventud?. Cierto que la realidad acaba superando a la ficción.
Un potente campo eléctrico que tenga la misma carga que la radiación que entra, la desviaría hacia afuera, por aquello de que cargas iguales se repelen. Esta idea no es nueva, sino que nació allá por los años cincuenta, en los inicios de la Era Espacial.
Yo estoy convencido de que este problema será superado en breve y que las colonias lunares y marcianas serán una realidad muy pronto. Espero vivir para verlo.
¿Veremos en 2050, tal y como se proyecta, centrales eléctricas capaces de captar energía solar de forma contínua enviando electricidad a la Tierra con ayuda de microondas?.
Pero hay algo más en la Luna, (que se puede extrapolar a Marte). Es la existencia de túneles o tubos que se han descubierto hace poco tiempo en algunas fotografías. Estos tubos o túneles tienen una anchura de unos 366 metros y una profundidad que se estima en 79 metros. Algunos astrónomos creen que la Luna puede ser como un “queso de Gruyere”, con tubos o túneles interconectados entre sí.
De existir, como parece ser, esos túneles o pasadizos, (¿túneles de lava?) tendríamos en ellos un lugar espléndido para establecer colonias protegidas, donde se podrían establecer los colonos de esas futuras bases. Tendríamos una “estructura” ya bastante adelantada. En la Tierra existen tubos o pasadizos similares de lava hueca.
Estos espacios o huecos en la Luna, de cientos de metros, constituyen en sí mismos un hábitat ya listo para ser complementado y usado. Una bendición para los colonos futuros y un respiro en cuanto a su seguridad.
Agua, hábitat, energía, minerales...ya podemos imaginarnos el resto.
El agua de la Luna es idéntica a la de la Tierra, por lo que es imposible diferenciar una de la otra.
Pero quién sabe si hay alguien por ahí arriba que pueda traernos problemas. Esperemos que no. Que todo forme parte de la fantasía, y que pronto podamos ver esas bases lunares convertidas en una maravillosa realidad.
FUENTES:
http://www.nasa.gov/mission_pages/LCROSS/main/index.html
http://www.portalsedna.com.ar/mision_apolo.htm
http://www.todointeresante.com/2009/09/efectos-radiacion-cosmica-espacio.html
http://www.otrasrealidades.com.ar/2007/09/nazis-en-la-luna.html