EL CASO CONIL.
Capítulo aparte merece el caso sucedido en la localidad gaditana de Conil de la Frontera, sobre el supuesto avistamiento de unos humanoides en la Playa de los Bateles.
Este caso, investigado por GEIFO constituye uno de los más polémicos de la Ufología española. Aún hoy, después de tanto tiempo, la polémica persiste, alcanzando cotas de una agresividad desconcertante y poco edificante.
Todo comenzó con una noticia aparecida en los medios de comunicación, sobre un hecho sucedido en un parque de la ciudad rusa de Voronezh, a 500 kilómetros al SE de Moscú, donde, supuestamente, tuvo lugar un presunto aterrizaje OVNI el día 27 de septiembre de 1989. La primera versión del suceso fue divulgada por la agencia TASS a la prensa de todo el mundo, que se hizo eco del mismo con titulares tan espectaculares como “Científicos soviéticos confirman el aterrizaje en la URSS de un “ovni” tripulado por gigantes” (ABC, Madrid 10-10-1989). En ella se decía que un objeto de color rojo y esférico se había posado en el parque y que de él bajaron por una escalerilla tres seres gigantescos y una especie de robot. Aquellos tenían cabezas muy pequeñas en relación con su estatura, con tres ojos y vestían un mono plateado. Uno de ellos disparó con una especie de pistola a un niño y un rayo le hizo desaparecer momentáneamente.
Poco después la nave despegó dejando una huella circular de 20 metros de diámetro en cuyo interior había cuatro hendiduras de 4 ó 5 centímetros de profundidad, situadas en los vértices de un rombo. Los testigos inicialmente conocidos fueron tres niños, de 12 y 13 años de edad, de la Escuela Secundaria número 33 de Voronezh.
También en Conil (Cádiz).
Dos días después, el 29 de septiembre, cinco jóvenes gaditanos son testigos de la supuesta transformación de una pareja de humanoides en humanos en la Playa de Los Bateles, situada en la localidad gaditana de Conil a unos cuarenta kilómetros de la capital. La noticia ve la luz gracias a “DIARIO DE CÁDIZ (05-10-1989)” que se hace eco del caso y días después (el 16 de octubre) varias revistas de tirada nacional publican amplios reportajes sobre esta presencia de humanoides, y de las declaraciones de los testigos.
Este caso es esgrimido por muchos investigadores del fenómeno OVNI como argumentación al de la ciudad rusa –ocurrido dos días antes- y viceversa.
El 16 de octubre de ese mismo año, el Grupo Español de Investigación del Fenómeno Ovni (GEIFO), publica la explicación del suceso y desmiente la supuesta transformación de esa pareja en humanos.
La explicación de GEIFO se extiende por todo el país, cayendo como jarro de agua fría sobre los que habían dado por cierto el avistamiento, y la polémica se inició, de forma virulenta, en ocasiones.
Desde ese día y hasta nuestros días, los mismos investigadores que esgrimieron como argumentación el caso ruso, se han empeñado en demostrar que no teníamos razón. Y lo hacen indicando que el buque cuyas luces fueron confundidas por los testigos no se encontraba en el lugar del suceso, dejando de un lado la supuesta transformación de la pareja de humanoides en humanos.
No hemos tenido más remedio que entrar a jugar el juego de esas personas muy a pesar nuestro, y tener que demostrar una y otra vez que el buque cablero británico “C.S. MONARCH” se encontraba en el lugar donde decíamos que estaba.
Hoy queremos tratar aquí el caso desde el punto de vista de los humanoides, dejando a un lado las luces y el buque, cosa que nunca han entrado a explicar quien argumentan que nuestra explicación del buque no es válida. Para ello comenzaremos haciendo un relato de lo ocurrido, y posteriormente entrar a efectuar su análisis en profundidad.
Esperemos que ahora, utilizando este nuevo punto de vista, los detractores de nuestra explicación no tengan más remedio que dar su opinión sobre estos supuestos hombres de otros mundos.
Desde finales de agosto, cuatro jóvenes gaditanos de edades comprendidas entre 14 y 22 años, acudían a la Playa de los Bateles a observar una serie de luces que veían a la caída de la tarde.
El 29 de septiembre de 1989, Isabel y Pedro Sánchez, Loli Bermúdez y Pedro González se encontraron sobre las 21:00 horas en el lugar cercano a la playa. Poco después se les une Lázaro, hermano menor de Isabel.
La noche era oscura, sin luna, hacía viento de levante y la marea se encontraba baja. Durante media hora observaron el horizonte con la ayuda de unos prismáticos. Uno de los chicos detectó sobre el mar una luz blanquecina con cuatro focos a su alrededor, que se parecía mucho a las luces que venían viendo días atrás y a unos siete metros de altura.
Miran mejor y distinguieron en su interior tres luces rojas formando un triángulo. La luz cruzó el cielo en dirección a Conil, pasando por encima de sus cabezas. Mientras comentaban entre ellos lo ocurrido, una segunda luz hizo su aparición. No apreciaban su forma por tratarse de una luz destellante. El espectáculo de las luces dura una media hora.
Ven a dos seres que se encuentran sobre el mar. Estaban a unos trescientos metros, eran muy altos, casi de dos metros, y vestían una túnica blanca que les ocultaban las manos. Se encontraban flotando sobre el mar. Carecían de pelo, el color de su cabeza era un poco más claro que el resto del cuerpo. Los seres se desplazaban en dirección al pueblo y parecía que andaban por encima del agua. Les costaba avanzar.
Cuando se encontraban estos seres en la arena, cambiaron de dirección, dirigiéndose a donde se encontraban los testigos. Los jóvenes son presas del pánico, que les hace salir corriendo. Pedro González tira los prismáticos. Al poco tiempo giran para ver si les seguían. Como no los ven, se esconden de nuevo para seguir observando. A unos cinco o seis metros de los seres, ven una luz blanco-azulada, del tamaño de una pelota de tenis, que se sitúa a menos de un metro sobre las cabezas de los humanoides. Se apaga la luz y los testigos vieron cómo los seres se sentaban en la arena, muy rígidos, y empezaban a cavar a su alrededor. Se esconden bajo los montones de arena que habían hecho momentos antes, para volver a ser vistos. La luz azulada se movía de un lado a otro como si jugaran con ella. El intercambio duró un minuto. De repente detectan a un nuevo ser a los pies del montículo, de unos tres metros de altura, vestía un traje negro y tenía una cabeza monstruosa en forma de pera invertida. Lo ven durante pocos instantes.
Cinco o seis minutos después, los seres se habían transformado y aparecían como una pareja normal. Él alto, rubio y con pelo largo, vestía una camisa y un pantalón, ella tenía el pelo oscuro y era muy guapa, llevaba camisa y falda negras.
La pareja comenzó a andar por la playa descalzos, en dirección al paseo marítimo. Cuando estaban entrando en el paseo, ven sobre el mar una especie de nube, que a gran velocidad se acercó hasta la orilla, Pedro González con la ayuda de los prismáticos ve al ser vestido de negro. Se desplaza de pie por encima de la arena, a unos veinte centímetros de altura. Los jóvenes no pueden apreciar rasgos de este ser, pero pueden ver los brazos y piernas. Los chicos acuerdan acercarse para verlo mejor, siendo entonces cuando el supuesto humanoide se detiene y mira fijamente a los testigos. El ser se pierde en la oscuridad.
Una vez finalizado el suceso, los chicos continúan en la playa. Esperan la llegada de un conocido, Juan Bermúdez. Pero antes de su llegada, sobre las 22:00 horas, observan sobre el mar una misteriosa luz. Era como una pelota que saltaba en zigzag, en silencio y que desapareció.
Los jóvenes acuerdan guardar silencio y cuando llega sobre las 22:30 horas Juan Bermúdez –que es dibujante y pintor- le cuentan lo sucedido, recomendándoles éste que se internen en la playa al objeto de buscar pruebas de su observación. Lo hacen, y localizan una huella en la arena, era de 45 centímetros de longitud por 15 de ancho y, había a su alrededor otras. Eran todas de las mismas características: todas de cuatro dedos, se dirigían al pueblo en línea recta y partían del supuesto montículo efectuado por los humanoides.
Quince días después, mientras se encontraban en compañía del investigador ufológico Jesús Borrego, localizan en los alrededores del paseo marítimo a la misma pareja que salía de la playa una vez transformada. En esta ocasión entrando en la playa en dirección al mar, se transforman de humanos a humanoides y se pierden de vista introduciéndose en el mar. Este nuevo suceso fue utilizado como coartada para la explicación del caso anterior.
A pesar de haber acordado guardar silencio sobre lo ocurrido, la noticia era conocida en la localidad al día siguiente (Sábado) y los cinco jóvenes continuaron acudiendo –a la caída de la tarde- a la misma playa para seguir observando luces que solo ellos veían.
Tal como indicamos anteriormente, el 5 de octubre DIARIO DE CÁDIZ da la noticia, mereciendo ésta salir en primera página.
El 7 de octubre GEIFO localiza a los testigos y efectúa una primera encuesta. Los testigos nos relatan lo ocurrido, que viene a ser más o menos lo publicado en prensa. Se efectúa una primera reconstrucción del suceso. Hay tres puntos dignos de destacar aquí:
a).- Durante la observación pasan miedo, y en algún momento pánico. Pero se quedan hasta finalizar el suceso en lugar de huir. Pedro González tira los prismáticos, pero no queda nada claro cuando los recupera y si tiene que volver sobre sus pasos para ello.
b).- Curiosamente la playa se encontraba vacía.
c).- No hay coches aparcados en el paseo marítimo.
Sobre el suceso del 15 de octubre, debemos de destacar que Pedro González llevaba esa noche una cámara de superocho y grabó parte del suceso, pero la cinta salió velada. Finalizado el suceso corren a la playa y encuentran la mismas huellas.
Una vez efectuada la primera reconstrucción del fenómeno, visitamos todos los bares y restaurantes del paseo marítimo para posteriormente acudir a la Policía Municipal de la localidad. De nuestras preguntas a los camareros, dueños de bares y restaurantes y a los Agentes de la Policía que nos atendieron se desprende lo siguiente:
1).- Hacía una buena noche y había gente en las terrazas de los bares que se encuentran en el paseo marítimo, aunque no tantas como en plena temporada de playa. Hasta el cierre de los locales nadie vio o escuchó nada.
2).- Había gente paseando tranquilamente por las aceras del paseo marítimo.
3).- Habían coches aparcados en el lugar.
4).- Los agentes nos confirman que desde primera hora del sábado día 30 de septiembre la noticia era de dominio público en el pueblo, conociéndose la identidad de los testigos, a pesar de haber acordado la noche anterior –tal como ya hemos indicado- guardar silencio sobre lo ocurrido.
Por ello, solicitamos a los testigos volver a reconstruir el suceso a la misma hora que ocurrió. Esa tarde –sin que los testigos supieran nada- colocamos una serie de marcas donde decían que habían visto salir del mar a los supuestos humanoides, donde se encontraban los montículos, donde encontraron las huellas, etc.
Pedimos los prismáticos a Pedro González para su estudio y análisis, cosa que se negó a hacer.
En la segunda reconstrucción –cronómetro y metro en mano- encontramos errores de un cincuenta por ciento en la duración del suceso y de un setenta y cinco por ciento en la estimación de distancias.
Cuando llegan a nuestros oídos noticias del segundo suceso, solicitamos a los testigos volver con ellos a la playa y la cámara y película que utilizaron, cosa a lo que se negaron en redondo. Desde ese día ha sido imposible volver a hablar con los jóvenes, negándose a contestar nuevas preguntas. Como curiosidad, indicar que en el mes de diciembre del pasado año –con motivo de un programa de televisión- se volvió a localizar a estos jóvenes quienes negaron ser los testigos del suceso y las noticias que tenían sobre el mismo eran sólo de oídas.
Una vez en nuestro poder toda la información recogida en el lugar, las noticias publicadas en DIARIO DE CÁDIZ, lo indicado en las revistas INTERVIÚ y TIEMPO, etc., nos permitiremos dividir nuestro análisis en tres apartados, para seguidamente exponer nuestras conclusiones:
1).- Descripción de los seres y sus movimientos.-
2).- Actitud de los testigos.-
3).- Consideraciones sobre el lugar.-
Descripción de los seres y sus movimientos:
a).- Portan sendas túnicas, ¿posibles toallas?.
b).- Movimientos lentos y toscos. Si se tratara de una pareja que sale del agua haciendo carantoñas, los movimientos son plenamente identificables, más siendo de noche y caminando por la arena de playa.
c).- La descripción que hacen de sus caras habría que preguntarles como lo consiguen, si precisamente esa noche hay luna nueva, por tanto no hay luz natural y mucho nos tememos que poca o ninguna que provenga del mismo pueblo. No olvidemos en ese sentido que Interviú (revista de tirada nacional) hace un comentario muy descriptivo del lugar, propio de parejas que buscan la soledad y el anonimato, frecuente aparcamiento de vehículos con parejas buscando esos fines.
d).- Algo más de dos metros de altura. ¿Cómo determinan dicho tamaño?, ¿Cuál es su referencia para determinar la altura?.
e).- No se inmutan ante la estrella fugaz que ellos dicen estar a pocos metros de sus cabezas. ¿No será que realmente era una estrella fugaz y por tanto muy alejada en realidad de los seres?. ¿Cómo inmutarse ante un hecho de estas características, que además debería producirse de espalda a los seres?.
f).- El ser de negro tan sólo lo ve Pedro, que corre y nadie comprueba su presencia junto a los otros dos seres. Pesamos que puede ser un cuento, más cuando hasta entonces nada se dice del uso de los prismáticos.
g).- Cuando los seres se transforman y vuelven al pueblo. ¿No será que entonces es cuando ven realmente lo que hay allí, una simple pareja que ha estado tendida en la arena?. ¿Porqué no les siguieron?. ¿Cuál es el grado de extrañeza que puede producir una pareja en la playa de noche y en tiempo relativamente bueno?. Esa creemos es la verdadera explicación. ¿Qué grado de extrañeza puede también producir una pareja que recorre el pueblo descalza?. Nadie nos aclara si llevaban zapatos y cuando se los colocan.
h).- El ser de negro ya no estaba allí. ¿Lo estuvo en algún momento?.
i).- Miran a la playa y ven deslizarse al ser de negro hasta la orilla. ¿No fue realmente ese el motivo por el que la pareja decide irse de la playa?. Es un razonamiento lógico, y si estamos con una mujer en la playa, a oscuras, protegidos por la arena, tumbados, es de suponer que no estamos mirando a las estrellas. Por otra parte, si en esta situación vemos venir a alguien: pescador, buzo, paseante..., evidentemente desistiremos de nuestra posición y en el más drástico de los casos nos marcharemos del lugar.
Actitud de los testigos:
a).- Pánico y curiosidad. ¿Desde cuando el pánico es sinónimo de objetividad?. Es manifiesto que existía predisposición y cierto pánico reflejado en los comportamientos que se describe en el siguiente punto.
b).- Pedro sale corriendo poniendo más nervioso al resto. ¿Por qué no deja los prismáticos al resto para que comprueben lo que el dice ver?. ¿Cuándo vuelve Pedro sobre sus pasos para recuperar los prismáticos?. ¿Realmente los llevaba esa noche?.
c).- Consideran el suceso algo extraordinario pero al mismo tiempo no quieren que influya en sus vidas. Si realmente desean el anonimato ¿por qué la prensa en repetidas ocasiones?, ¿por qué las fotos de Interviú a pesar del detalle de tapar los ojos?.
d).- Anonimato. Una vez hechas las declaraciones a la prensa ¿por qué se niegan a una encuesta seria y objetiva?. ¿Es que piensan que es entonces cuando se pueden reír de ellos al comprobar que todo es mentira, un mero error?.
Consideraciones sobre el lugar:
a).- Lugar propicio para la búsqueda de soledades, especialmente las que se buscan en pareja. No es nada extraño por tanto el que hubiera una pareja en la playa.
b).- Paso frecuente de barcos y aviones. ¿por qué se extrañan entonces de las luces que observan desde agosto?
c).- Los seres se tumban en la arena y hacen montículos a su alrededor. ¿qué extrañeza hay en una pareja que reserve así un posible revolcón?.
Es evidente que el relato no se tiene en pie por mucho que quieran los detractores de nuestra explicación. No hay razones para pensar en una alta extrañeza, principal rasgo que debería presidir toda la historia en caso de ser cierta. La actitud de los testigos no es precisamente la de un testigo fiable, concurriendo en ellos muchos factores que lo descalifican.
Nuestra opinión, desde el punto de vista de los humanoides –y dejando a un lado las luces y demás circunstancias que rodean el caso- es que todo puede tener dos posibles explicaciones:
1).- Que siendo cinco personas fuertemente influenciadas por el fenómeno y extremadamente crédulas, hayan magnificado una serie de hechos totalmente normales –posiblemente 3 ó 4- que han concurrido en fecha y hora.
2).- Que tratándose de chicos normales, las dos parejas hayan ido al lugar a tener una distracción propia de los novios, siendo importunados en un momento determinado por el hermano de una de las chicas, por lo que deciden inventar toda la historia y así salvar la postura, o incluso justificarse ante los padres por ir al lugar repetidas veces durante tanto tiempo.
Nos inclinamos por la primera de ellas, aunque la naturaleza humana es tan compleja que hasta la prensa se cree cosas de este tipo cuando se les está ofreciendo una explicación razonada y razonable.
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