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2012: El año en que no pasará nada

por Belduque

Cada día falta menos para llegar a esa, supuestamente, fatídica o armoniosa fecha, dependiendo a quien le crea usted.

El 21 de diciembre del 2012 será la fecha más esperada y temida de algunas personas aficionadas y creyentes de las profecías, y hasta de los aficionados a las conspiraciones.

De estas supuestas profecías se ha dicho mucho, y hay varias versiones de las mismas. Unas dicen que será el fin del mundo, el fin de la humanidad ocasionado por un gran cataclismo que destruirá todo el mundo o al menos toda la civilización. El cataclismo es muy variable, y depende de cada autor o supuesto intérprete de las mismas; unos dicen que será una combinación de terremotos, erupciones volcánicas, más huracanes y caída de asteroides sobre la superficie del planeta.

Otros dicen que llegará una civilización extraterrestre que vendrá a salvarnos, o más bien, a salvar solo a unos cuantos de sus “elegidos” e “iluminados”. De lo más descabellado de estas supuestas profecías es que unas dicen que Jesús (Dios) “descenderá de los cielos en una nave extraterrestre” para juzgar a los humanos, y que se llevará a los buenos con él, para dejar a los malos a que mueran cruelmente en una catástrofe en la Tierra.

Hay muchas más variantes de estas pseudo-profecías, las cuales dicen que habrá un despertar espiritual, una evolución del alma, que un rayo cósmico atravesará la Tierra para transformarla en un nuevo mundo y a los seres humanos en una nueva humanidad. Hay para todos los gustos, pues hay muchos estilos de ocurrencias y patrañas.

Viendo como el mundo ha sido muy acechado y asolado con pseudo-profetas que promueven estas falsas profecías, se nos ocurrió realizar una encuesta para sondear el pensar de las personas sobre este tema. Desde el 8 de marzo hasta el 27 de septiembre del 2009 en el portal de Casos de Misterio del noticiero Info7 tuvimos la encuesta abierta que preguntaba “¿Crees que sean reales las presuntas profecías del 2012?”, y esta fue respondida con 1824 votos de los cuales el 43 % se decidió por la opción “No, todo eso es un fraude y charlatanería”, mostrando una postura bastante escéptica ante estas supuestas profecías, pues saben que no pasará nada fuera de lo común. Un 32 % votó por “Sí son reales, algo extraordinario ocurrirá”, mostrando que aún existe un considerable índice de desinformación que sigue mistificando el tema, pues esperan que algo “extraordinario” ocurra. Y un 25 % optó por “No estoy seguro”, y no es difícil imaginárselo, pues hay demasiados datos contradictorios y confusos en los medios y en la red, que no dan datos concretos o bien centrados sobre este tema, por lo que les hace dudar sobre ésto.

Sabemos muy bien que en ese año tendremos elecciones federales en México, elegiremos a un nuevo presidente; en la ciudad de Londres, Inglaterra, tendremos Juegos Olímpicos. Por si fuese poco, el 21 de diciembre del 2012 será el solsticio de invierno con todas sus implicaciones astronómicas normales; y además se tendrá la conjunción de los planetas Marte, Júpiter y Saturno, un espectáculo astronómico que podrá ser apreciado por todos los aficionados a esta ciencia. Todos estos son eventos comunes y corrientes dentro de lo que cabe, y que serán normales en toda medida, y si pasara algo fuera de lo común dentro de ellos, sería algo para lo que ya estaremos debidamente preparados.

Hoy en día como cualquier persona puede poner una página en internet, pues cualquier persona se pone a inventar sus propias profecías y todas las falacias que se le ocurran para argumentarlas y justificarlas; desde supuestos contactos o canalizaciones por entidades interdimensionales, hasta supuestas reencarnaciones de personajes antiguos. El deseo de fama y reconocimiento público es lo único que alimenta la gran soledad que hay en la vida de estos falsos profetas.

Pero, ¿de dónde surgió toda esa parafernalia apocalíptica, catastrofista y alucinatoria que rodea al mefítico 2012? Gracias a un trabajo del investigador Pablo Nogueira, hoy muchos sabemos que todo esto se inició en el año de 1984, cuando el escritor estadounidense José Argüelles inició con la promoción de estas creencias y mitos. Incluso publicó varios libros y fundó un movimiento con tintes pseudo-místicos basados en una combinación de textos mayas y filosofías de la ilusoria “nueva era”. Al parecer, antes del año 1984, nadie pensaba ni le interesaba las supuestas “profecías mayas del 2012”. Pareciera que todo es parte de un movimiento bien argüido para conseguir algo. ¿Desestabilizar y confundir a las personas, o buscan mejorar las ventas de sus libros y revistas? Hay varias cuestiones que eso indican.

Definitivamente la supuesta evolución o avance espiritual que supuestamente se dará en el 2012, y que tanto predican varios “iluminados” y “ascendidos”, no podrá llegar mientras se siga creyendo en estas falsas profecías. Habría que ver de dónde sacan tantas y tan distintas profecías estos “estudiosos de los mayas, pues no se ponen de acuerdo en el significado de sus traducciones; es más, no se ponen de acuerdo para decir donde está escrita dicha profecía. Unos dicen que en una ruinas mayas en Yucatán, otros que están en un antiguo códice maya (que nunca mencionan), otros dicen que está en el Popol Vuh o en el Chilam Balam, pero ni estos “estudiosos de las profecías” se ponen de acuerdo sobre su fuente original.

Lo que sí se sabe a ciencia cierta, es que en una antigua inscripción encontrada hace años en las ruinas de Tortuguero (Costa Rica) en una de ellas dice “Al final del Baktun 13, el cuarto Ahau 3 Kaankin, 13.0.0.0.0, sucederá algo cuando Bolon Yokte descienda”. Algo similar se menciona en el Popol Vuh, pero de ninguna manera hace alguna referencia a un “final del mundo” o final de la humanidad. Según verdaderos historiadores, especialistas en el tema, esto sólo significa que aquí termina el calendario de la Cuenta Larga, y que después de este comenzaría el siguiente, como nosotros cuando se acaba el año, renovamos el calendario. En realidad nada extraordinario o fuera de lo común.

Lo que me parece más lamentable, es que, como ocurre cada vez que se acerca una fecha, que según alguna profecía, está marcada para que ocurra alguna catástrofe, algunas personas tratarán de escapar del problema por la puerta falsa del suicidio, y en algunos casos, por su desesperación y aparente incertidumbre, podrían incurrir en actos violentos contra algunos inocentes, y esto sería mucho más lamentable. Sí habrá terremotos, erupciones volcánicas, tsunamis, huracanes y más, pero será totalmente normal su intensidad y magnitud.

Ocurrirán, en promedio, los desastres normales que ocurren en el mundo como en cualquier otro año, como siempre ocurre, nada para espantarse. Solo los que les gusta promover el miedo y la confusión saldrán a anunciar cataclismos y evoluciones espirituales, que nunca llegarán. Si cientos de santos, profetas y apóstoles no han podido cambiar la espiritualidad humana en miles de años, en un solo día nada podrá hacerlo.

La difusión del temor y la confusión sobre esta fecha pareciera tener más tintes oscuros y deplorables, que no tienen nada que ver con la supuesta renovación espiritual que dicen algunos. El hablar de más sobre esta fecha, es tan malo como los que sólo pronostican caos y destrucción para ese día.

A final de cuentas no están diciendo la verdad, solo confunden y desubican a las personas. Debemos de hacer consciencia y meditar muy bien esto. Ese día será un día común y corriente igual a todos los otros. Lo único que nos debe de preocupar es poder llegar a verlo y disfrutarlo como un día más para aprender y romper mitos.

Lo más posible es que ese día todos esos pseudo-esoteristas que promueven lo de las profecías mayas, verán que lo que ellos han dicho es falso, y saldrán con la chiripada de que algo o alguien “superior” nos salvó del “apocalipsis” que estaba anunciado por ellos. Ellos mismos se hundirán en su oscuridad, y serán consumidos por sus propias mentiras. Y si recordamos que la palabra apocalipsis significa “revelación”, pues ese día la verdadera revelación que tendremos es que no va a pasar nada, y será un día normal como todos.

Como algunos dicen “tén fe, que así será”, aunque yo les diría “puedes estar seguro, así será”.

Srbelduque@gmail.com

 

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